miércoles, 29 de julio de 2009




Un cordero de mi estilo


Sueño con invitarte a comer un choripán
y tus ojos contentos chimichurri pedirán

(“Mujer picante”, Sergio “El Lobizón” del Oeste)


Muchas veces me quedo pensando en comida mucho tiempo de mi vida. Soy bastante ignorante respecto del arte culinario pero siento que hacer que mi paladar disfrute de cada bocanada que ingresa por mi boca convierte ese acto en un elixir dentro de mi vida.


Esta vez la gastronomía hizo que mi mente volara muy muy lejos y se posará sobre el terreno de los sistemas políticos y el resultado fue que pude enarbolar las siguientes deducciones:

Para empezar hablar de comida uno, como buen argentino (¿?), tiene que nombrar al asado. Comida rica si las hay. El asado equivaldría al socialismo, hay uno (el Estado) que se encarga de controlar los pedazos de carne (medios de producción) y asegurarse que cada uno tenga lo necesario para comer y quedar satisfecho (para producir y poder vivir).


La otra comida que sirve como referencia son los tacos. De origen mexicano, consisten en pequeñas cazuelas de diverso contenido con el que cada cual se arma su especie de sándwich a gusto. Esto representa al comunismo. El Estado ha desaparecido y los medios de producción están puestos para que cada uno los tome y establezca su producción. Cada uno deberá ingeniárselas para que el resultado no sean solo unas fajitas con verdura adentro.


Y por último el capitalismo, sistema que hoy por hoy rige en las economías occidentales. Su equivalente sería la pizza a domicilio. El que puede apropiarse de ese medio de producción que le permita la supervivencia lo hace, el que no tiene con qué se jode. A la hora de usarlo podrá llegar a dejar sin utilización ciertos medios de producción con el que muchos podrían generar muchísimas cosas (bordes de pizza serían igual a pedazos de tierras sin uso).

Ahí están, esos tres modelos, Evo, Fidel y Obama verán lo que piden la próxima cena.


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viernes, 17 de julio de 2009




Todavía no voy a apretar el acelerador


“Luego de recibir tu e-mail se me

alegró la vida imagine tu rostro

y tu voz y tu sonrisa, acaricié

despacio en silencio esa pantalla fría”

(“Amor de Chat”, El Original)


Las nuevas formas de comunicación son algo que realmente me llaman la atención. Creo que nunca nuestros antepasados vieron cambiar en tan pocos años, y desarrollarse, tantas formas de comunicación que a su vez se caractericen por una mayor inmediatez y sin ninguna restricción respecto del espacio en el que uno se encuentre.

Pero no me quedaré maravillado observándolas como si fueran mariposas posando sobre los capullos de alelí y yo un paisajista que atraviesa emociones diversas ante cada revoloteo de aquellas. No, voy a deslizar una teoría altamente subjetiva y que tal vez posea grandes errores de exactitud.


El arranque por este raconto comienza por el mail. El correo electrónico se transformo en masivo hacia fines de los noventa y hoy es casi obligatorio hasta para ciertas prácticas que todos realizamos en nuestra sociedad. Según diversos análisis que establecí, el mail es utilizado en un 70% de información importante y un 30% de cosas sin ninguna trascendencia (Ej.: cadenas del tipo “van a cerrar Hotmail sino le mandas este mail a 10 personas”).

Luego llegaron los sms a nuestras vidas. Si, porque los celulares eran anteriores al mail pero los mensajitos de texto llegaron años después. Los sms ya poseen la característica de estar todo el tiempo a mano, llevamos los celulares a donde vamos y eso hace que nos tentemos a mandar un mensajito al primer minuto al pedo que tenemos. Así que los porcentajes serían: un 60% de info necesaria y un 40% de pavadas del estilo (Ej.: “Recién me cruce a un flaco que era igualito a Facundo Arana).


Entre medio de estos dos medios de comunicación apareció el Msn. Nos provee de una inmediatez vertiginosa que lleva a que las palabras interesantes que intercambiamos sean de un 50% y el otro 50% sean mensajes del tipo “Que garrón que hoy sea lunes, no?” A lo que después le seguirá una carita de tristeza.


Finalmente llegó Facebook para quedarse con nosotros. Fotos, videos, saludos, reencuentro con compañeros de la primaria, recordatorios de cumpleaños que nos ayudan a zafar de olvidos y la posibilidad de hacernos amigos hasta de un tal Marcelo Tinelli que dice ser el del famoso “Chau, chau, chauuu”. La cuestión es que Facebook poco a poco aumenta la estupidez al máximo. Para cautivarnos y no dejar que nos movamos de su web, no paran de enviarnos encuestas! Y después la gente se queja cuando la paran por la calle para hacerle una! Así que su porcentaje sería de un 30% de cosas que realmente sirven y un 70% del tipo “Te envié una galleta de la fortuna que te indica cual será tu suerte”.


En fin, esa tendencia me preocupa, tengo miedo que próximamente no podamos decir nada productivo y seamos Teletubbies andantes. En la gente que use Twitter estará la respuesta.


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miércoles, 8 de julio de 2009



El futuro viaja parado

"Aquí esta mi nombre para que pongas a su lado una cruz" ("Muñeca cruel", Enrique Iglesias)


La paranoia hacia los robos o a cualquier hecho de inseguridad a la que me llevan los medios de comunicación está invadiendo mi cuerpo a pasos agigantados.

Hoy lo comprobé cuando subí al bondi (después de superar los diversos obstáculos que presenta esta actividad y que he descrito en otro post). Hasta que pude acercarme a la expendedora de boletos ya habían pasado unas cuantas cuadras, las cuales me llevaron a pensar que en tan solo un par más podría estar haciendo un viaje gratarola. Pero no, la vieja de atrás (que está a unos 3 metros de la expendedora) se empeñó en pasarme sus monedas para que le saque su boletito, dejando en evidencia que yo debía hacer lo mismo.

Ahí llega mi paranoia. La máquina dice “indique su destino al chofer”, a lo cual uno deduce que en voz alta tiene que decir donde se baja. ¿Escucharon eso? A un desconocido y a unos cuantos más que me rodean les voy a contar adonde me bajo, poco más les estoy diciendo que deben seguirme, per-seguirme, para luego hacer lo que quieran de mi. Porque toda esa gente sabe incluso donde me subí al colectivo! Osea, conocen el trayecto que hago, lo pueden verificar todos los días hasta que se decidan a darme la estocada final. Pobre chofer, creo que el debe ser el más inocente, la máquina lo incrimina pero sabemos que el futuro asesino está al lado nuestro, es la viejita! Por eso tanta insistencia con que provocar que yo saqué mi boleto.

Me voy yendo hacia la parte trasera del transporte. Nunca voy a dejar de maravillarme de la arquitectura deforme que tienen los colectivos super-bajos. Si esta semi lleno es imposible que no parezca que voy a apoyando a alguien. Algunas mujeres mayores se dan vuelta y me miran como buscando a su abusador, yo alzo la mochila para indicarles que todo fue producto de ella, en verdad de la linterna que llevo dentro.

El tráfico en la gran ciudad es desesperante y hace que la marcha sea a paso de hombre en muletas. Mi nuevo pasatiempo adentro del 36 es espiar los mensajes de texto que escriben los pasajeros del bondi. Son muy tiernos! Bah, comparado con el ruido de los bocinazos, la humedad insoportable y el aire contaminado que respiro todo debe parecer tierno.

Falta poco para mi parada. Al acercarme a la puerta de bajada voy viendo que debo apoyar a alguien si o si…dos opciones: hombre o mujer…elijo quedar como un gay y apoyo al oficinista, es mejor esto antes que una mina me grite y haga que todo el bondi se de cuenta donde me bajo.

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domingo, 28 de junio de 2009




Los que hablamos mucho amamos en silencio


“No quiero hablar de este tema

pero es mi mayor problema

ella está siempre en portada..."

("La chica de humo", Emmanuel)


Si hay una raza sumamente despreciable es la de los panelistas. Los panelistas de TV eh! No vayan a pensar que tengo algo contra los que sacan miel de los panales de abeja…


Pero que tipos sumamente pelotudos los que están ahí sentados esperando que pasen un informe, para luego poner cara de que saben de lo que

van a hablar, después sentir que no pueden pensar mucho más así que van a decir lo primero que se les ocurre que es una idiotez. Está bien, se que a veces no se puede hacer un gran comentario de un informe en el que una mina le dijo “gato barato” a otra y luego cayó un tal “Jacobo” y aclaró (a los gritos) que gatos eran los dos. Pero la posta que menos mal que no les pasan algo serio, dan pena sinceramente, encima estos panelistas comentan sentaditos, por dios, y pensar que hoy me hice Once- Moreno en el Tren Sarmiento: 55 minutos, parado los primeros 10, apretujado 35 y los últimos 10 con la ventana incrustada en mi cara mientras el flaco de enfrente se empeñaba en tener su puertita del vagón abierta(a esta gente le debe gustar tomar aire fresco mientras viaja).


La rutina de trabajo de estos tipos es la siguiente (y paso a enumerar ciertos tips que me parecen sumamente innecesarios para una tesis de una facultad pero realmente interesantes para este blog): se levantan, se acuerdan que participan en un gran programa de TV, que dentro de poco serán los dueños de la televisión mundial, llegan al canal, les dan su rutina y les mencionan que en el bloque 1 y 2 la jugarán de enojados, viene el informe y ni bien la cámara los “poncha” van a mostrarse indignados ante lo que se les muestra (y su cara, por suerte, hará que no tenga que decir mucho más y así uno sin necesidad de escucharlo ya sabe lo que piensa…todo se vuelve tan simple y didáctico!). Luego vendrán las risas grabadas (que nos absuelven la molestia que nosotros lo tengamos que hacer ficticiamente), el panelista de turno se sentirá ídolo de multitudes y se irá a su casa con la satisfacción del deber cumplido.


Estos muchachos que opinan de absolutamente de todo en la TV argentina, tienen la particularidad que no se extinguen nunca. Es decir, vos ves que ya un programa tiene cinco flacos de estos y dos minas exactamente igual de nabas y son impresentables todos, a la semana arranca ooootro programa de este estilo, y vuelven a tener toda gente de esa que dan ganas que despierte Tutankamon y se los lleve adentro de la tumba.


Aparte los que no tienen trabajo todavía deben estar esperando adentro de un container donde se juntan para descubrir quien es el más tarado y así ese es el primero en aparecer en pantalla. Hasta se merecen tener su propio sindicato. Podría ser el S.P.A.R.C., Sindicato de Panelistas Argentinos Reunidos en Container. Y su presidente tendría que ser el Teto Medina, demostró que una persona puede llegar a ser más inútil que la Guardia Urbana.


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lunes, 22 de junio de 2009




Simplemente viajar no es un placer

“Con la rubia en el avión no pude dormir, con la rubia del avión no pude dormir cuando baje del avión se van a reír" ("La rubia del avión", Los ladrones sueltos)


Del top faiv de las cosas que odio, una que realmente me encabrona es tener que ir a un aeropuerto. En verdad la cosa no es contra el lugar, pobrecito, sino contra su sistema. Es perder el tiempo por perder el tiempo, estar dos horas antes del vuelo para estar una hora y cincuenta minutos al pedo y diez minutos llenando papelitos que después de que uno los entrega deben pasarse no más de cinco segundos para que aparezcan en un tacho de basura lanzados por una chica vestida de azafata con una sonrisa un poco más insoportable que la de Mariana Fabbiani.

La pregunta es ¿qué hago en esos minutos? Bueno, para eso vamos a tener a familiares y seres queridos que nos van a volver a decir lo que nos repitieron 15 veces durante la semana: “cuidate nene”, “mirá que vas a otro país”, “cualquier cosita nos llamas” (como si pudieran hacer algo a 15000 km de distancia), “¿estás contento que te vas?”, “¿y cuándo era que volvías?”.

Pero el problema es que esas preguntas tiran una hora como muuucho. Después lo que le sigue es hablar del aeropuerto: “que lindo que está Ezeiza eh” “cuanta gente que se va che (con cara de “que barbaridad esto”)” “y cuanta gente que viene(con la misma cara)”. Para ese entonces uno ya se palpeó 50 veces verificando no haber perdido alguna documentación ni papel.

Encima hay un bonito restaurant que se va a encargar de recordarnos cuales son las tarifas que te cobran en Europa y así saber que nunca en nuestra vida vamos a pisar esas tierras, o por lo menos sus paque
tones lugares para comer.

Algún día voy a agarrar y atar a todos los gerentes de las compañías aéreas en la sala más grande del Village Caballito para que estén 54 horas seguidas viendo despegues de aviones. Ahí si que van a sentir lo que es embolarse. Igualmente, si cuando eran chiquitos no los llevaban a aeroparque a ver los despegues no la van a pasar tan mal.

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lunes, 15 de junio de 2009




La gente solo se enamora a la tarde


“Desesperadamente intenté esconder algo que me sucedía

pero fué imposible lo de buen actor tu no me lo creías",("Te quiero a escondidas", Emanuel Ortega)


Creo que Sebastián Estevanez debería estar muerto. Naaa, mentira. Pero sí alejado de todo lo que tenga que ver con cámaras de televisión durante un buen tiempo, un muy buen tiempo mejor, exactamente el mismo que le tome convertirse en una persona la cual me pueda hacer creer que lo que hace es ficción. Sinceramente merece que se levante el teatro griego y todo Atenas lo cague trompadas.

Probablemente mi pedido sea desoído y yo siga acá escribiendo y él allí actuando en las telenovelas de la tarde. ¿Por qué carajo establecieron ese horario para esos melodramas apestosos? ¿Suponen que la gente come y tiene ganas de ver cualquier pelotudez que la haga dormir una siesta?¿O creen que el almuerzo provoca cierto relax en las neuronas que nos llevará a aceptar la primer cosa que se nos cruce en nuestro camino del zapping?.

Lo cierto es que estoy cagado. A partir de las dos o como mucho tres de la tarde mi condena es ver esos programas. Desde hace 11 años que me pasa y lo hago religiosamente. Hoy digo Sebastián Estevanez, pero ayer dije Laport y anteayer Raúl Taibo.

En estos 11 años me establecí llevar un conteo de las situaciones que atraviesan estas telenovelas, ya tengo: 135 embarazos, de los cuales 102 eran mentiras de la villana de turno y 33 fueron por parte de la protagonista, de esos 33 en 12 la malvada se robo al bebé(que después apareció), y en 21 el nacimiento se dio en el último capítulo para el final feliz; 293 casos en los que el galán se quedo ciego; 144 en los que el galán, en los primeros capítulos, se siente atraído por la villana, la cual después de que la deja estará muy despechada.

Sin duda igual lo más atrayente de estas telenovelas es la disolución de la lucha de clases, no more Marx! Ahora lo que está de moda es que la muchacha pobre se case con el rico. Sí! Se re usa! Se llevan bárbaro, no hay diferencias, comparten los mismos gustos, se entienden bárbaro, amor de clases para todos!.

Sé que en lo más profundo de mi ser hay mucho envidia. Desearía poder enamorarme como lo hacen ellos, tan sólo una mirada en el segundo bloque del primer programa y ya la sienten como si fuese la mujer de toda su vida. Aman con pasión, y nos hacen sentir que es ese amor o la muerte, cada situación es digna de una canción de Luis Miguel. En cambio, mi destino es el de quedarme mirándolos a ellos como se besan, se aman, descubren que son hermanos, luego descubren que es mentira, y se vuelven a amar.-------------------------------------------------------------------------------------------------


domingo, 7 de junio de 2009




Los bancos matan a los hombres


“No sé que pasa en esta ciudad, no sé que pasa no puedo entender"

("Quién se ha tomado todo el vino", Carlos "La Mona" Jiménez)


Si hay algo que no comprendo es por qué todavía ningún ser sobre la faz de la tierra se piró y decidió hacer volar en mil pedazos un banco. Nos hacen esperar más de una hora para realizar cualquier boludez que queramos. ¿Querés cambiar monedas? Una hora (y con suerte te dan cinco monedillas). ¿Querés pagar tus impuestos? Una hora. ¿Querés preguntarle a la cajera si tiene algo para hacer a la noche? Una hora.


Y la gente tranquila, como si nada, ahora sí, si eso se lo hace un verdulero las puteadas que le dicen. Y eso que el verdulero por lo menos nos deja usar el celular! Por que eso sí que es imperdonable a esas entidades financieras de lucros desmesurados, una hora esperando y no podes usar el único medio de diversión andante. ¿Qué les puede joder? ¿Les jode que yo sea feliz, no? ¿Les va a generar un colapso en el sistema que yo juegue a la “viborita”? ¿Los cajeros van a entrar en cólera porque yo mande un msjito a mi abuela preguntándole cuantas veces más me va a mandar a buscarle monedas durante un mes?


Para los pobres ancianos aún es peor. Porque nosotros por lo menos si tenemos que depositar un cheque lo hacemos por cajero automático. Pero ellos hasta que logran entenderlo tardan la misma hora que les lleva hacer la tan querida cola bancaria.


Y si hay algo que me vuelve loco es que cierren a las 15. Porque para ir a cualquiera comercio uno dice: “voy a la hora de almuerzo que no hay nadie”, pero estos tipos a la hora de almuerzo están por cerrar, así que hay más gente que un jueves santo por la ruta 2.

Sé que en algún momento nos vamos a avivar y los kioscos van a empezar a funcionar como bancos: cobrando impuestos, cheques, dando créditos, monedas, y aún así nos van a seguir fiando.

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