domingo, 28 de junio de 2009




Los que hablamos mucho amamos en silencio


“No quiero hablar de este tema

pero es mi mayor problema

ella está siempre en portada..."

("La chica de humo", Emmanuel)


Si hay una raza sumamente despreciable es la de los panelistas. Los panelistas de TV eh! No vayan a pensar que tengo algo contra los que sacan miel de los panales de abeja…


Pero que tipos sumamente pelotudos los que están ahí sentados esperando que pasen un informe, para luego poner cara de que saben de lo que

van a hablar, después sentir que no pueden pensar mucho más así que van a decir lo primero que se les ocurre que es una idiotez. Está bien, se que a veces no se puede hacer un gran comentario de un informe en el que una mina le dijo “gato barato” a otra y luego cayó un tal “Jacobo” y aclaró (a los gritos) que gatos eran los dos. Pero la posta que menos mal que no les pasan algo serio, dan pena sinceramente, encima estos panelistas comentan sentaditos, por dios, y pensar que hoy me hice Once- Moreno en el Tren Sarmiento: 55 minutos, parado los primeros 10, apretujado 35 y los últimos 10 con la ventana incrustada en mi cara mientras el flaco de enfrente se empeñaba en tener su puertita del vagón abierta(a esta gente le debe gustar tomar aire fresco mientras viaja).


La rutina de trabajo de estos tipos es la siguiente (y paso a enumerar ciertos tips que me parecen sumamente innecesarios para una tesis de una facultad pero realmente interesantes para este blog): se levantan, se acuerdan que participan en un gran programa de TV, que dentro de poco serán los dueños de la televisión mundial, llegan al canal, les dan su rutina y les mencionan que en el bloque 1 y 2 la jugarán de enojados, viene el informe y ni bien la cámara los “poncha” van a mostrarse indignados ante lo que se les muestra (y su cara, por suerte, hará que no tenga que decir mucho más y así uno sin necesidad de escucharlo ya sabe lo que piensa…todo se vuelve tan simple y didáctico!). Luego vendrán las risas grabadas (que nos absuelven la molestia que nosotros lo tengamos que hacer ficticiamente), el panelista de turno se sentirá ídolo de multitudes y se irá a su casa con la satisfacción del deber cumplido.


Estos muchachos que opinan de absolutamente de todo en la TV argentina, tienen la particularidad que no se extinguen nunca. Es decir, vos ves que ya un programa tiene cinco flacos de estos y dos minas exactamente igual de nabas y son impresentables todos, a la semana arranca ooootro programa de este estilo, y vuelven a tener toda gente de esa que dan ganas que despierte Tutankamon y se los lleve adentro de la tumba.


Aparte los que no tienen trabajo todavía deben estar esperando adentro de un container donde se juntan para descubrir quien es el más tarado y así ese es el primero en aparecer en pantalla. Hasta se merecen tener su propio sindicato. Podría ser el S.P.A.R.C., Sindicato de Panelistas Argentinos Reunidos en Container. Y su presidente tendría que ser el Teto Medina, demostró que una persona puede llegar a ser más inútil que la Guardia Urbana.


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